miércoles, 31 de octubre de 2007

Reflexiones en la noche de Halloween...

Ni siquiera recuerdo el año, solamente que yo estaba en el colegio, en 6º, 7º u 8º. Por aquel tiempo editaban la versión española de Fangoria, y yo tenía un amigo que se la compraba y la llevaba alguna vez a clase para comentar las escandalosas fotos en el recreo.

Por aquel entonces estaba descubriendo el mundillo de las películas de terror, y podría definir casi exactamente (aunque no temporalmente) los puntos en el que me di cuenta de que eso era lo que me gustaba. Desde luego que no soy muy original, porque uno de esas revelaciones vino con la emisión en Noche de Lobos de la entrañable Posesión Infernal, que supongo también fue un punto de inflexión para algunos de ustedes. A partir de ahí supe que el gore era lo mío, era extrañamente horrible y divertido a la vez, y me entretenía descubriendo nuevas películas para ver hasta donde podían llegar en sus oscuras creaciones. Aunque en aquel momento para mi era bastante difícil, ya que sólo podía ver cosillas que encontraba en el videoclub (que eran bastante escasas), pero con paciencia e ilusión conseguí ver algunas joyas (y algunas basuras también...)

halloweenPero si algo se marcó con fuego en mi mente con la marca del miedo y del espanto, fue la noche en que vi Halloween. Recuerdo que la echaban en la tele una noche, había oído hablar de ella y la grabé en video mientras la veía solo en el salón de mi casa. Es una de las primeras películas que recuerdo ver en versión original, que fue algo que me impactó bastante porque era todo como mucho más real... Esos títulos de crédito, la música, el impresionante prólogo que abre la película, Michael Myers, Jamie Lee Curtis... En fin, todo en esa película era (y es) perfecto y no se cuantas veces más la volví a ver gracias a esa cinta de VHS que atesoraba en mi colección de películas de terror.

Seguí creciendo, diversificando mis gustos, con el gore ya llegué a un punto en el que nada tenía sentido (ese ultragore alemán, puff...), y con el cine de terror en general sigo teniendo una magnífica relación, sobre todo con la buena hornada de los últimos años y a la aportación del P2P, que me permite descubrir muchísimos clásicos que siempre deseé conocer.

Pero, ay, era otra época... Recuerdo a Kurt Cobain cuando comentaba cómo echaba de menos el ir a una tienda de discos y rebuscar durante horas para finalmente, en un momento de felicidad total, encontrar el disco que andaba buscando desde hacía mucho. Todo eso se había perdido para él desde que se había convertido en una celebridad, con todo el dinero que tenía ahora podría comprarse la tienda entera, lo cual no estaba nada mal, pero no era lo mismo.

Ahora leemos en un foro que Viernes 13 es un clásico y mola y al día siguiente tenemos toda la saga en nuestro ordenador. Antes tenías cuatro películas y las veías una y otra vez, hasta sabértelas de memoria, o leías algo de una película en una revista y hasta el momento que la veías podían pasar varios años, y cuando finalmente llegaba ese momento todo era más especial, más mágico.

No estoy diciendo que antes todo era mejor, simplemente era... diferente. Por supuesto que disfruto de todo lo que la tecnología pone en mi mano, y es cojonudo poder descargarte todas esas películas que no pudiste ver en tu infancia, pero echo de menos toda esa ilusión de la que les hablo. A veces pienso que esa fascinación, ese arrebato que sentía cuando me ponía una y otra vez Halloween en mi vídeo no lo volveré a sentir nunca. Ejem, en fin, siento ponerme tan nostálgico, es que me he puesto a pensar en todo eso y...



Feliz Halloween!!!


PD: no se pierdan la magnífica recopilación de links de Mr Forfy para esta noche.

sábado, 27 de octubre de 2007

Cuál es la frecuencia, Kenneth? Parte 1

dan ratherNueva York, Octubre de 1986.

El conocido presentador de las noticias de la tarde en la CBS, Dan Rather, vuelve a casa después de haber cenado en casa de un amigo. En el camino se cruza con dos hombres, uno de los cuales le hace una pregunta - "Kenneth, cuál es la frecuencia?".

- "Os equivocáis de hombre" - responde Rather, a lo que uno de los tipos le contesta con un puñetazo. Mientras éste corre a refugiarse a un edificio los misteriosos asaltantes no dejan de empujarle, pegarle y preguntarle una y otra vez - "Kenneth, cuál es la frecuencia?".

Finalmente, gracias a una persona que se acerca los desconocidos huyen de la escena. - "Quién puede entender estas cosas? [...] Me gustaría saber quién lo hizo y por qué, pero no tengo ni idea." diría el Sr. Rather después.

Este incidente sin importancia se convirtió en, según Michael Stipe, el cantante de R.E.M., "el principal evento surrealista americano sin resolver del siglo XX. Un malentendido que fue inquietantemente aleatorio, exagerado por los media y, en definitiva, demasiado extraño." Tanto le gustó al grupo que compusieron la canción que todos conocen: "What's the Frecuency, Kenneth?". La frase se ha instalado en el inconsciente colectivo norteamericano y el nombre de Kenneth (o la frase entera) se usa para designar a alguien despistado o confuso. Aqui tienen un video donde se puede ver a Rather cantando con R.E.M. en el año 1995:



Pero en el fondo, toda esta anécdota tiene su verdadero comienzo un par de cientos de años después (?)...

jueves, 11 de octubre de 2007

Todo es culpa de Caroline Yessayan

houellebecq"El humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada. Uno puede enfrentarse a los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe el corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte."
"Las partículas elementales", Michel Houellebecq (1998)



Si con mi anterior recomendación literaria ("Espera", de Jason) les aseguraba pasar un mal rato disfrutando de su lectura, con esta novela de Houellebecq ya pueden ir pensando en cómo van a querer suicidarse...


Ya había leído "Las partículas elementales" hace años, aunque en inglés, así que no había podido saborear sus detalles completamente. Hace unos días la redescubrí en castellano, y lo que recordaba como una novela bastante deprimente se ha convertido en una bofetada de nihilismo y de triste realidad ahí donde más duele. Leer la historia de los hermanos Bruno y Michel es cómo vislumbrar en el interior de una sociedad rota y desmembrada, en la que cada uno de nosotros tiende hacia el egoísmo más absoluto, y en la que el sexo se convierte en la única vía de escape (momentánea) de nuestro aburrimiento vital. Ni siquiera el humor (negro) de algunos pasajes nos puede salvar, según Houellebecq estamos condenados al fracaso y la tristeza. No hay escapatoria posible.

Así que, ya lo saben, si quieren deprimirse un poco con una de, en mi opinión, las mejores novelas de la pasada década, tengan cuidado de no leerlo en un momento de debilidad, o las cosas pueden acabar muy mal...


PD: a ver si le echo un vistazo a la película alemana que han hecho de la novela hace poco, aunque creo que no es demasiado fiel. También me voy a poner con "Plataforma", la siguiente novela de Houellebecq después de ésta, y con una biografía de Lovecraft un poco inusual escrita también por él.