miércoles, 27 de diciembre de 2006

Esa maldita Coca-Cola...

Una de las más famosas más leyendas urbanas de nuestro tiempo no es la de Ricky Martin y el perrito, sino la de Santa Claus y la Coca-Cola. Todo el mundo "sabe" que Santa Claus es de color rojo y blanco debido a esa maldita bebida del demonio que representa lo peor de las sociedades capitalistas occidentales. Incluso en los informativos de Telecinco lo han dicho.

Pero algunos saben que es eso, una leyenda, con algo de verdad y con mucho de mentira. Y si no me crean lean el interesante artículo de la mejor página sobre leyendas urbanas Snopes.com. En él se describe la evolución que ha sufrido la figura de Santa Claus, nacido de la fusión de dos personajes religiosos de Europa del Norte (San Nicolás y Kristkindlein) hasta la imagen actual que todos nosotros tenemos grabados en nuestras cabezas. Aunque ésta era ya tradicional antes de que se inventara la Coca-Cola, fíjense en esta ilustración de Louis Prang de 1885 :
louis prang

Fue a principios de los años 30 cuando la Coca-Cola, en un intento de aumentar sus ventas navideñas, le encargó al dibujante Haddon Sundblom una serie de ilustraciones en las que Santa Claus aparecía casi siempre con una botella de cola en la mano, que se hicieron tremendamente populares y dieron pie a la leyenda que todavía nos intentan colar hoy.
santa 1
santa 2
santa 3
santa 4

Lo único verdadero de todo esto es que, aunque no fuese Coca-Cola quién inventó la actual imagen de Santa Claus, sí que es cierto que ayudó a difundirla por todos los USA y, por extensión, al mundo entero, gracias a una de las campañas publicitarias más exitosas de toda la historia.

A todo esto... Feliz Navidad!

sábado, 23 de diciembre de 2006

Grindhouse, Snuff Movies, Stallone & Charles Manson

Esto de navegar en Internet no tiene precio. Y si además usamos la Wikipedia... podría estar horas saltando de enlace en enlace buscando información y leyendo cosas interesantísimas (aunque no sean muy de fiar, pero... a quién le importa!)

michael findlayTodo comenzó buscando información sobre la curiosa (y desagradable) muerte de Michael Findlay que, junto a su mujer Roberta Findlay, dirigió y produjo varias sexplotation movies allá por los años 70. Entre ellas destaca la "Flesh Trilogy", comentada con sumo detalle en este otro blog, y Slaughter (1971), filmada en Argentina y que narraba las hazañas de un culto parecido al del conocido Charlie Manson (sólo habían pasado dos años desde la masacre de Cielo Drive). Aunque en un principio no se estrenó en muchas salas, un avispadísimo distribuidor, Alan Shackleton, cogió la película y añadió un nuevo final en el que el equipo de rodaje se cargaba a una de las actrices, cortando secamente la filmación al final para darle mayor aire de realismo. Con el nuevo título de Snuff (ahora les suena, eh?) se empezó a exhibir en el 1976, no sin antes difundir el rumor de que había sido introducida en norteamérica una película snuff rodada en Argentina (aunque también se dice que se inspiró en una noticia real) y aprovechando así el tirón con un eslogan que no dejaba lugar a dudas: "La película que sólo pudo haberse rodado en Sudamérica... donde la vida es barata!". La polémica se avivó con piquetes de pega que había contratado Shackleton para protestar en la entrada de los cines (aunque más tarde vinieran las verdaderas "Mujeres contra la Pornografía") y gracias a esto consiguió una publicidad impresionante, con el público ansioso por ver una muerte en directo. Los Findlay, al enterarse de lo que se había hecho con su película, llevaron a juicio a Shackleton y llegaron a un acuerdo extrajudicial. Lamentablemente, para Michael Findlay, su mujer se largó con Shackleton (con el que dirigió algunas pelis porno) y el infame director moriría finalmente en el 1977 en el tejado del Edificio Pan Am, decapitado por las hélices de un helicóptero en un desgraciado accidente...

snuff


La expresión "snuff film" surgió (o se utilizó de manera oficial), precisamente, en un libro de Ed Saunders sobre Charles Manson titulado The Family: The Story of Charles Manson's Dune Buggy Attack Battalion (1971). Parece que la Familia había robado una furgoneta de la NBC en el mítico verano del 69, quedándose con una cámara que supuestamente usarían para rodar películas porno y alguna que otra snuff, aunque en posteriores ediciones Saunders admitiría que no disponía de ninguna prueba que demostrase su existencia. La palabra snuff era un verbo que antiguamente significaba "extinguir (o apagar) una vela", y poco a poco fue transformándose en "morir" o "matar" (véase la curiosa analogía) , hasta llegar a la oscura y morbosa expresión actual de "snuff film".

grind houseEntre las películas explotation de los Findlay estaban también las del género Grindhouse, ahora de moda debido al estreno del mismo título de Quentin Tarantino y Robert Rodriguez. Quizá algunos no sepan que el nombre grindhouse se le daba tanto a las películas como al sitio donde se proyectaban, sobre todo en la década de los 70. El nombre grindhouse parece venir (según la wikipedia) de cuando esos sitios ofrecían espectáculos de burlesque, en los que se incluía un baile llamado "bump & grind", que consistia básicamente en juntar y frotar (grind) las caderas de una manera "indecorosa" y "obscena". Aunque otra explicación puede ser la analogía entre la expresión "grind out" (algo así como reproducir o tocar mecánicamente) y la manera que tenían estas salas de proyectar (o escupir, más bien) programas dobles o triples sin interrupción. Ni que decir tiene que estas películas ofrecían una buena dosis de sexo y violencia, aunque al final de los 70 ya casi se dedicaban exclusivamente al sexo, pasando después a ser directamente salas X y a verse desplazadas poco a poco por culpa del maldito VHS.

Ejemplos conocidos de este maravilloso (sub?)género son The Beyond (1981) de Lucio Fulci o Cannibal Ferox (1981) de Umberto Lenzi, e incluso Mil gritos tiene la noche (1982) del mismísimo Juan Piquer Simón. Estas y otras películas están siendo restauradas y editadas (y hasta re-estrenándolas en algunos cines norteamericanos!) gracias a la labor de Grindhouse Releasing, e incluso en el caso de Holocausto Canibal (1980) han llegado a crear una curiosa página web en la que dejan claro que todo lo que pasa en la película es real como la vida misma. Una de los dos personas que llevan a cabo esta labor es Bob Murawski, ayudante habitual de Sam Raimi, y que incluso utilizó (según IMDB) un fragmento de The Beyond en una secuencia de Spiderman (2002).

piecesthe beyond


the beyondparty at kitty'sUna película que podrían querer recuperar algún día los de Grindhouse Releasing sería Party at Kitty and Stud's (1970), el debut pornográfico en la pantalla de Sylvester Stallone y que más tarde se editaría (con las escenas más hardcore recortadas) como Itallian Stallion (el semental italiano) o Cocky... Aunque lo dudo mucho porque, precisamente (y agárrense porque ahora viene la noticia bizarra) el otro mandamás de Grindhouse Releasing es... Sage Moonblood Stallone!!! el hijo de Rocky Balboa en Rocky V e hijo de Stallone en la vida real. Además, redondeando todo este conjunto de noticias, Sage incluso ha actuado en The Manson Family (2003) de Jim Van Bebber, que ya dirigiera una película de culto por estos lares (los míos), Deadbeat at Dawn (1988), traducida horrorosamente en España como Gore en las calles, y que podría perfectamente haber sido estrenada en los años 70 en uno de esos Grindhouse de los que hablábamos...

Y es que... everything's connected.

martes, 19 de diciembre de 2006

...modernos, no heavies de verdad

Leyendo un blog por ahí descubro un post con una serie de tribus urbanas a las que el autor no tiene demasiada simpatía, entre ellos los heavies. Pues bien, que conste que no me gusta meterme con nadie, pero es que entre los comentarios vi algo que... no sé... lean y juzguen:
*** said...

Heavy: Cuando ese estilo estaba de moda lo odiaba con toda mi alma. Ahora que es moderno llevar pitillos y alguna camiseta de Iron Maiden o AC/DC me puede dar cierto morbillo, pero siempre y cuando los que la llevan sean modernos, no heavies de verdad.
No puedo con esto. Hace poco Pussy resumía algo parecido con esta frase:
-Me gusta el reggae.
-A sí?-pregunta Pussy interesada-el qué?
-Bob Marley.

En este punto, Pussy pierde todo el respeto y comienza a hablar de la diversidad animal en los Cárpatos. Vamos a ver. Una cosa es que te guste el reggae, otra muy distinta es que te guste el Marley, que no es por quitarle mérito, pero ese dato me dice de la persona en cuestión que es un vago, un holgazán y un desinteresado.
Y es que en este caso, pues sí, el tío no comprende que hay un mundo muy interesante más atrás de una simple fachada mainstream y entonces pasamos al tío que dice gustarle el heavy porque escucha Evanescence (aunque, ejem... la calidad de éstos últimos no le llegan ni a la altura del dedo gordo del pie de Bob Marley) Pero al señor del comentario de arriba ya no le importa nada, directamente coge un símbolo con mucho significado y valor para muchas personas, lo vacía totalmente de contenido apropiándose de él (... porque es moderno!!) siempre y cuando no se vuelva a asociar a los que, en un principio, defendían y realmente estaban interesados por él (véase Iron Maiden o AC/DC, cosas que antes detestaba!!!)

jordan punk
Algo parecido a lo que quiero decir: Jordan punk
.

No es por meterme con los modernos, porque en todas partes hay gente tan superficial como esta. De hecho, eurocero me ha demostrado que la frase "hay que ser absolutamente moderno" se puede llevar con mucho orgullo (aunque yo no me considere una persona moderna para nada) y de una manera inteligente y muy respetable (y respetuosa). Pero alguien que se fija simplemente en las tendencias, adorándolas con pasión durante un tiempo y descartándolas cuando están demodé, no tiene nombre. Siempre me han sorprendido mucho las personas que en su adolescencia eran heavies o raperos (por ejemplo) y ahora reniegan de su pasado intentando ocultarlo a toda costa. Quiere decir eso que no te sigue emocionando un buen riff de Black Sabbath, o una buena canción contestataria de Public Enemy? A mi sí, y siempre lo harán!!!

Y si alguna vez, por alguna extraña casualidad, el autor de ese comentario lee esto, que me perdone, tan sólo es una opinión de alguien que no está de acuerdo con él. Y es que... yo sólo pido un poco de alma, por favor!!!

viernes, 8 de diciembre de 2006

Jesus Palacios y el cine español

jesus palaciosAcabo de terminar de zamparme el sabroso y último libro de Jesús Palacios, ¿Qué hay que saber para parecer un cinéfilo?, que tras ese estúpido título esconde una revisión histórica del cine, desde su invención hasta hace bien poco, bajo la óptica (cinéfaga y no cinéfila) de este personal autor, enumerando (escuetamente, todo hay que decirlo) a las estrellas más famosas de Hollywood y a los autores europeos más personales, o incluso describiendo la situación del celuloide en España. Y es en este punto donde más me ha sorprendido el Palacios, puesto que a lo largo del libro lanza unos cuantos dardos envenedados como estos (ni que decir tiene que, después de leerlo, no puedo estar más de acuerdo con lo que dice):

  • Hablando de Billy Wilder: "Para algunos es Dios, claro. Y desde luego harían mejor en rezarle que en tratar de imitarle."

  • Hablando sobre Pedro Almodóvar: "[...] consiguiendo así con películas como Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) o la reciente Volver (2006) conquistar por completo a un público universal, que se siente todavía moderno y poco convencional al ver sus historias de maricas y travestis, pero a la vez tranquilizado y reafirmado en su superficial tolerancia burguesa por su extremada corrección formal y política."

  • "¿Qué es el cine ONG? Tanto en el cine español como en el europeo en general, hay una corriente pretendidamente independiente y autoral que aprovecha las subvenciones interesadas y los premios, por medio de una coartada moral: la de las buenas intenciones, sociales, humanas y políticas. Autoproclamados herederos del Neorrealismo, esos directores, que van del veterano británico Ken Loach a españoles como Fernando León de Aranoa o el propio Amenábar de Mar Adentro (2004), pasando por franceses como Guedigian o los hermanos Dardanne, han extendido la idea de que hacer y ver películas sobre realidades como la prostitución, el terrorismo, las drogas, el paro, los enfermos terminales, la emigración, etc., redime a los espectadores y realizadores de su pertenencia al Primer Mundo y ayuda a corregir estos "problemas", simplificándolos de forma generalmente maniquea. Este "cine ONG", tan codificado y comercializado como cualquier otro género, se beneficia de consideraciones extracinematográficas: nadie se atreve a criticar una película con tan buenas intenciones aunque se trate de un bodrio evidente. Así, muchas veces, se sigue identificando el cine europeo y español con un cine "realista" y "social" que no responde, verdaderamente, ni a las realidades sociales ni a las cinematográficas."